lunes, 26 de enero de 2009

Vivo Legado de los taínos


En las clases de los 508 estudiantes yabucoeños que todos los viernes se reúnen en la Liga Guakia Taína-Ke de Yabucoa - llamada ‘Guayaney’ en taíno- no se permite decir la palabra Puerto Rico, sino, ‘Boriké’n’. Tampoco es permitido pronunciar ‘mariposa’ porque debe decirse ‘tanama’. (ver vídeo)

Es que estas son palabras del lenguaje indígena el que aprenden con gran interés al quedar descubierto por voz de la antropóloga y cartógrafa, Karla Lynne Meléndez, la vida, cultura y forma de vivir de los indios taínos que antes de la llegada de los españoles y los norteamericanos”, ya tenían una sociedad establecida en la zona este de la Isla.

Con la expresión en el idioma arahuaco ‘tau’ que significa “hola”, los niños dieron la bienvenida a EL VOCERO en las instalaciones de la Liga, ubicada a la entrada del barrio Limones, en Yabucoa, donde toman clases de idioma arahuaco en el conuco que establecieron allí para sumergirse dentro de lo que es la vida indígena.

“En esta primera fase, los niños adquieren sus primeras vivencias en el ‘yucayeke’ que es el pueblo taíno donde se encuentra sus componentes que son los ‘bateyes’ (parques ceremoniales) y los ‘conu’cos’ (jardines de siembras). Aquí ellos van conociendo lo que es la mitología taína que está pintada sobre las piedras que circundan este particular salón de clases denominado como ‘naguaké’ o Centro Regional de la Tierrra Guaraney”, explicó Meléndez.

Los niños corrían de un lado al otro, en típico comportamiento de su edad. Sin embargo, al llamado de su profesora, la disciplina es la ley que rige el proceso de enseñanza. Entre los simbolismos presentes en los jeroglíficos pintados en las piedras está el ‘Atabey’ que significa “Madre Tierra”, así como la ‘Karaya’ que es la “Luna”, que componen la creación del mundo.

“Primero enseño a los estudiantes los componentes de cada tema en español, y luego de comprendidos las traduzco al taíno. En la clase no permito que me digan ‘Puerto Rico’, sino, ‘Boriké’n’. Llevo tres años con este proyecto que está próximo a comenzar en todas las escuelas del País”, adelantó.

Meléndez recordó que este proyecto lo presentó en la Universidad de Puerto Rico, sin embargo, “fue declarado ‘non grato’”, dado a que aseguraban que los niños no tendrían esa inquietud para aprender el idioma o la cultura taína. Sin embargo, en el momento imparto estas clases a 508 estudiantes que están activos en el proyecto, lo que comprueba que sí hay interés por aprender este idioma y la cultura taína”.

La antropóloga sostuvo que su interés por dedicarse a la enseñanza del lenguaje taíno surgió ante la realidad de que “la raza indígena está bien presente en la sangre puertorriqueña. Y según los estudios del doctor Juan Carlos Martínez Cruzado -profesor de genética del departamento de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez, y quien posee doctorado de la Universidad de Harvard- el AND del puertorriqueño es un 61.9% (ácido desoxirribonucleico, conocido en inglés como DNA), indígena por el lado de la madre. No estamos, ni negaremos nuestro componente español, sino, que exponemos la realidad de la raza del puertorriqueño es india, africana y española, en ese estricto orden”.

La antropóloga relató que comenzó su proyecto en Yabucoa, tras iniciar allí la Feria Artesanal Cultural de Guayaney, donde se invitan a los artesanos de esa región para que expongan y vendan sus obras.

“Aquí se mezcla la cultura taína con la jíbara que es una continuación de la primera, ‘jibaro’ proviene del taíno ‘jiba’ (bosque) y ‘ro’ del bosque, ‘hombre del bosque’. O sea, que esta no es una palabra que fue inventada, sino, que es totalmente indígena, que era la manera de los indígenas costeros llamaron a los que vivían en las montañas. Y la palabra ‘indio’ no es la correcta, sino, ‘indígena’”.

En el ‘yucayeke’ los niños tienen una bandera indígena con los colores verde y crema, que significan Naturaleza y Tierra, respectivamente.

“Las niñas lucen una bandana color verde en la cabeza en simbolismo de ‘crear conciencia de la Naturaleza y la cultura’, mientras los varones la llevan en el antebrazo derecho en señal de ‘salvar, proteger y manejar correctamente la Naturaleza’. En este costado vemos el dibujo de un Sol indígena llamado ‘Guey’ en taíno, un componente vital y sagrado para la cultura indígena.

Para lograr cambios y nuevas actitudes en los niños con relación a la nueva cultura a la que se adentran, Meléndez los rebautizó con nombres propios taínos que en unos casos asignó por el antónimo de su carácter, y en otros por sus características. Detrás de ellos, hay un significado que en unos casos, los calma y en otros los anima.

Los niños compartieron sus conocimientos de los bailes indígenas, en un pequeño parque ceremonial creado en las instalaciones de la Liga Guakia Taína-Ke, del barrio Limones. Así mismo, aprenden las técnicas de siembra taína donde hay cultivos de maíz, yuca, calabaza y vegetales. También practican los bailes en los areytos, y los estilos de vida de los indígenas.

Para integrar a la Liga, los niños cumplimentan un cuestionario donde expresan su interés y conocimiento de la cultura indígena. Hay muchos que solo vienen a ver de qué se trata esto, y si en verdad están interesados en aprender.

“Lo cierto es que este proyecto forma parte de una misión de conciencia que se necesita fomentar para la protección de nuestro ambiente y antepasados, así como entender nuestra identidad”, concluyó.

Photo: Parte del grupo de estudiantes que se da cita todos los viernes en las instalaciones de la Liga Guakia Taína-Ke, en el barrio Limones. EL VOCERO/ Dennis Jones

Fuente: EL VOCERO
Autor: Jorge Luis Burgos

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