Jennifer Cardona estaba en el cine de Mayagüez cuando sintió golpes en su silla. Se levantó del asiento y reclamó al individuo que estaba sentado en la parte de atrás. "No soy yo", le contestó el aludido. Casi de inmediato otro espectador gritó: "Está temblando".
La gente salió despavorida del cine, contó Cardona. "La pantalla se movía", decribió la mujer. Pero su historia no termina ahí porque al llegar a su casa en el barrio Voladora, sector La Salle, en Moca, encontró que una pared se había agrietado.
Cardona es una de los residentes de Moca que notificaron a las audoridades que sus residencias habían sufrido daños, principalmente grietas, a causa del terremoto de magnitud 5.8 en la escala Richter que ocurrio a la 1:16 de la madrugada en Puerto Rico.
Por su parte, Natividad Vélez, despertó 15 minutos antes del temblor para darle leche a su niña de dos años y medio. Al asomarse a la ventana sintió que "olía a cucarachas". Y una cucaracha le voló hasta la bata. La mujer agregó que no había llegado a su habitación cuando empezó el sismo.
Dijo que no pudo salir de la casa porque sentía que se iba de lado y lado con la niña al hombro.
Las paredes de uno de los baños de Vélez se agrietaron y algunos azulejos se desprendieron. "Gracias a Dios que estamos bien", declaró la mujer.
Mientras, en la Oficina de Manejo de Emergencias Médicas del vecino San Sebastián investigan tres casos de daños a estructuras.
Mientras tanto, seis horas después del fuerte temblor, una familia en el barrio Voladora de Moca, municipio donde estuvo localizado el epicentro del temblor, aún no se atrevía entrar a su casa por temor a la seguridad.
La estructura, según pudo observar El Nuevo Día, tenía grietas en casi todas las columnas sobre las que está construida. Además, la escalera se levantó y en algunas áreas el empañetado se desprendió.
Carmen Velázquez, quien desde afuera miraba su casa, relató que tan pronto sintió el temblor buscó a su esposo Adolfo Figueroa y despertó a sus hijas para salir de la vivienda. Sin embargo, relató que el temblor era tan fuerte que, a medida que intentaba caminar, sentía que la empujaban hacia atrás. Además, dijo, veía que todo se caía al piso.
Cuando finalmente, la familia salió de la casa, Velázquez fue a la residencia de su papá, quien está en cama, para verificar cómo estaba. Al regresar a la casa fue que se encontraron con las grietas y los cuadros estaban en el piso. "Encontré mi casa toda destrozada", relató Velázquez con ojos llorosos.
Personal de Manejo de Emergencias llegó hasta el lugar y, tras revisar la estructura, les recomendaron que sacaran una muda de ropa y esperaran a que un ingeniero estructural revisara los daños para determinar si era segura.
“Eso fue algo bestial”, dijo por su parte Ángel Martínez al describir los momentos en que su casa se estremecía a causa del temblor de tierra.
Martínez dormía cuando las ventanas de su cuarto comenzaron a “zumbar”, apuntó. Momentos después, sintió que todo se estremecía.
“La cama se comenzó a mover de la'o y la'o y yo me levanté loco, me pregunté: ¿qué es lo que está pasando?”, relató mientras almorzaba a orillas de una carretera en Moca, municipio donde las autoridades localizan el epicentro del sismo.
“Uno tiene que estar preparado para estas cosas”, expresó Martínez, quien antes de salir hoy a la calle llenó una mochila con artículos de primera necesidad.
¿Te asustaste? “Sí, definitivamente”, respondió el residente en el barrio Cuchilla, de Moca.
Otro que también aceptó que no estaba preparado ni tenía plan de contingencia en caso de que ocurriera un temblor de tierra fue Elvin Joel Avilés.
“Estaba durmiendo y la vibración de las ventanas me despertó. Eso fue fuertísimo pa' allá arriba”, señaló Áviles, vecino del barrio Naranjo, de Aguada. “Te digo la verdad, no estaba preparado”, abundó.
Terror en las torres
Por otra parte, esta madrugada, alrededor de 30 vecinos del residencial público Torres de Sabana, en Carolina, salieron de sus apartamentos y se negaron a volver a ellos tras el temblor.
Los vecinos, algunos de ellos niños, caminaron hasta el estacionamiento de la tienda Auto Zone, cerca del complejo de viviendas, e indicaron que habían escuchado informes en la prensa de que ocurriría un sismo de mayor intensidad y que habían dado instrucciones para que desalojaran las estructuras altas, dijo la Policía.
Los residentes de Torres de Sabana se mostraron reacios a regresar a sus apartamentos, a pesar de los intentos de Juan Morales, de la oficina de Manejo de Emergencias de Carolina, por explicarle a los residentes que no se había emitido ninguna alerta de terremoto.
Alrededor de las 4:00 a.m. todos los vecinos habían regresado a sus residencias, según la Policía.
Otro susto en el cine
Daniel María, un residente de San Juan, contó en la madrugada a Caza Noticias de ELNUEVODIA.COM que estaba viendo Robin Hood en la tanda de medianoche en los cines de Plaza Las Américas, cuando comenzó a notar que todo se movía, incluso el proyector de la película. La gente se puso de pie y abandonó apresurada la película.
"Mucha gente no terminó de ver la película. Yo tampoco", dijo María, quien relató que la gente corrió hacia el estacionamiento multipisos para subirse a su carros y abandonar el centro comercial.
El ciudadano relató que vio una puerta rota al salir del cine, pero no sabe si se rompió como consecuencia del sismo o si la rompió la gente en su apresurada salida de las salas de cine.
"Vivo en San Sebastián, realmente fue espantoso. La cama brincaba como en las películas, el ruido que salía de la tierra era como un estruendo y con el silencio de la noche se escuchó espantoso. Rápido llamé a mi hija que vive en Moca, pero las líneas de celulares colapsaron", escribió, por su parte, Wanda Beltrán vía Facebook a Caza Noticias.
Autor: Sandra Caquías Cruz
Fuente: El Nuevo Dia
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