En el área de operaciones de la Barrick Gold existe un patrimonio arqueológico indígena que ya ha sido lesionado por la empresa.
SANTO DOMINGO, DN.-Un patrimonio arqueológico indígena de más de mil años de existencia está a punto de desaparecer. Se trata de diez yacimientos arqueológicos que incluyen cuevas con contenido pictográfico y petroglifos, piedras, cimientos arqueológicos prehispánicos y estructuras coloniales en ladrillos que, de acuerdo con estimaciones, representan la primera estructura minera de América.
Este patrimonio de la nación, descubierto en los años 60, está ubicado en el centro de las operaciones del proyecto minero Pueblo Viejo, de la empresa Barrick Gold Corporation, en el municipio de Cotuí.
Debido a los trabajos de explotación de la mina, algunas de estas cuevas que forman parte del patrimonio cultural han sido derribadas por la empresa bajo el alegato de que en su interior se esconden varias cantidades de oro, plata y otros tipos de metales y piedras, según afirma el director del Museo del Hombre, Juan Rodríguez Acosta.
“Ellos (Barrick Gold) van dinamitando la montaña entera y la reducen a nada. Procesan la caliza, el mármol y las piedras que tiene la montaña, y esas ruinas que datan de miles de años son una representación de nuestro pasado precolombino, que por ninguna circunstancia pueden ser destruidas”, sostiene el funcionario.
Un informe elaborado para la Barrick Gold por el arqueólogo Harold Olsen, de 2004 a 2008, sobre los sitios arqueológicos reportados en el área de Pueblo Viejo, señala que en la minera se exploraron 534 sitios, de los cuales diez poseen contenido pictográfico y arqueológico aborigen.
El objetivo de las investigaciones era determinar la presencia o no de sitios arqueológicos indígenas precolombinos, y en caso de que existan, ubicar su posición geográfica, evaluarlos y proponer estrategias para su rescate.
En el informe, Olsen afirma que “los hallazgos permitieron identificar sitios en donde aborígenes y colonizadores convivieron juntos”, y concluye que “los resultados de las prospecciones arqueológicas plantean la necesidad de que antes de reiniciar la explotación de la mina es necesario realizar trabajos de arqueología más exhaustivos que contemplen excavaciones en cada una de las áreas que corran riesgo de ser afectadas con levantamientos”.
Sin embargo, de acuerdo con Rodríguez Acosta, Olsen no sólo obvió señalar en el informe que las cuevas debían ser preservadas intactas, por ser un patrimonio irrecuperable, inalienable y no reproducible, sino que además otorgó una certificación a la empresa minera para que proceda con las excavaciones, sin la autorización de la dirección del Museo del Hombre Dominicano ni del Ministerio de Cultura.
“Nunca daríamos permiso para destruir el patrimonio público…Este empleado (Olsen) lo hizo usando el papel timbrado de la institución y del Ministerio de Cultura. Yo lo reporté a mis superiores y le informé a la Barrick de que ellos no tienen la certificación para tocar el patrimonio de la nación, pero ellos no se han dignado a responder”, alega Rodríguez Acosta.
En el informe, Olsen sostiene que de los diez sitios con materiales arqueológicos, sólo dos podrían ser afectados por las explosiones de la minera. Sin embargo, Rodríguez Acosta asegura que tiene información de que la Barrick Gold pretende destruir todo el patrimonio cultural que se encuentra en la zona de minería.
De su lado, la sub secretaria de Patrimonio Cultural, Lourdes Camilo, dice que solicitó a la Barrick Gold los informes del impacto arqueológico de la mina en la zona de Pueblo Viejo, a fin de evaluarlos y canalizar la preservación del patrimonio.
“Tengo entendido que el plan general no involucraba la destrucción inmediata”, sostiene la funcionaria.
Las cuevas. De los 10 sitios arqueológicos, con elementos indígenas, nueve están dentro del área de explotación de la mina y uno está en las inmediaciones. Uno de ellos fue reportado por Emile Boyrie de Moya en 1960, otro por Dato Pagán Perdomo en 1979 y un tercero por Abelardo Jiménez Lambertus.
El sitio conocido como Club Taíno está en la mina de Pueblo Viejo. En toda el área hay fragmentos cerámicos y parece ser un área de cultivo de los aborígenes. El Museo del Hombre cree que no se trata de un asentamiento humano.
En la Cueva de Los Cacaos, ubicada en Hatillo, fue reportada por el Museo del Hombre en 1984, con un estudio de Abelardo Rodríguez Lambertus. Esta cueva tiene un grupo de petroglifos en la entrada y pictografías en sus concavidades laterales. “Es arte rupestre que nos indica un posible uso ceremonial”, dice el documento del Museo del Hombre. Esta cueva presenta algunos daños, realizado por personas que han escrito en sus paredes, “encima o al lado de los petroglifos y pictografías realizados por los aborígenes”.
En la Cueva Loma de La Mina, ubicada en Sabana Verde, también hay petroglifos, llegando a alcanzar unos 33 en un conteo preliminar que se realizó. Es una de las cuevas mejor conservadas. “No se registró evidencia de saqueo o maltrato al sitio”, según la descripción.
Otro de los lugares defendidos por el Museo del Hombre es denominado Cuevas de Loma Piedra Imán de Los Cacaos. La cueva A tiene 25 petroglifos, la mayoría de ellos con forma antropomorfa. La cueva C tiene una sala con otras 25 pictografías con diferentes motivos, donde sobresalen figuras como el ritual de la Cohoba, máscaras, aves grandes y pequeñas, perros, así como algunas figuras abstractas. “La cueva parece haber sido un lugar ceremonial”, dice el documento.
Según Barrick Gold, hasta la fecha el proyecto Puerto Viejo ha realizado varias campañas de prospección arqueológica, con el objeto de determinar la presencia o no de posibles sitios arqueológicos dentro del área de influencia directa e indirecta de la nueva infraestructura minera.
Así lo aseguró en respuesta a la acusación de la Dirección del Museo del Hombre Dominicano. La edición 212 del semanario CLAVE, que circuló el pasado miércoles, publicó un reportaje de la periodista Yajaira Figari, en el que el director del Museo del Hombre Dominicano, Juan Rodríguez Acosta, denuncia que la Barrick Gold que sitios arqueológicos de gran valor están dentro del área de trabajo de la minera, y que podrían desaparecer.
Ante esta denuncia, CLAVE buscó la opinión de la empresa, la cual remitió este documento, que llegó a la redacción cuando el periódico habia cerrado la edición de esta semana.
La compañia afirmó que cuida y protege los sitios culturales de la zona de Cotuí, y sus alrededores, donde el proyecto está ubicado.
Una litis. Una de las cuevas con arte rupestre destruidas por la minera, según el director del museo, se encontraba en interior de una propiedad supuestamente de José Miguel De Peña.
El área, que posee una extensión de 200 tareas y que se encuentra en el centro de operaciones de la mina, ha sido objeto de discusión en los tribunales.
En febrero de este año un juez de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Sánchez Ramírez falló a favor de De Peña y condenó a la Barrick Gold Corporation a la devolución del terreno que, según el fallo, había sido ocupado por la empresa de forma ilegal. También ordenó permitir el acceso a De Peña y el pago de RD$500,000 diarios por cada día que incumpliera la orden.
Autor: Yajaira Figari
Fuente: Clave Digital
SANTO DOMINGO, DN.-Un patrimonio arqueológico indígena de más de mil años de existencia está a punto de desaparecer. Se trata de diez yacimientos arqueológicos que incluyen cuevas con contenido pictográfico y petroglifos, piedras, cimientos arqueológicos prehispánicos y estructuras coloniales en ladrillos que, de acuerdo con estimaciones, representan la primera estructura minera de América.
Este patrimonio de la nación, descubierto en los años 60, está ubicado en el centro de las operaciones del proyecto minero Pueblo Viejo, de la empresa Barrick Gold Corporation, en el municipio de Cotuí.
Debido a los trabajos de explotación de la mina, algunas de estas cuevas que forman parte del patrimonio cultural han sido derribadas por la empresa bajo el alegato de que en su interior se esconden varias cantidades de oro, plata y otros tipos de metales y piedras, según afirma el director del Museo del Hombre, Juan Rodríguez Acosta.
“Ellos (Barrick Gold) van dinamitando la montaña entera y la reducen a nada. Procesan la caliza, el mármol y las piedras que tiene la montaña, y esas ruinas que datan de miles de años son una representación de nuestro pasado precolombino, que por ninguna circunstancia pueden ser destruidas”, sostiene el funcionario.
Un informe elaborado para la Barrick Gold por el arqueólogo Harold Olsen, de 2004 a 2008, sobre los sitios arqueológicos reportados en el área de Pueblo Viejo, señala que en la minera se exploraron 534 sitios, de los cuales diez poseen contenido pictográfico y arqueológico aborigen.
El objetivo de las investigaciones era determinar la presencia o no de sitios arqueológicos indígenas precolombinos, y en caso de que existan, ubicar su posición geográfica, evaluarlos y proponer estrategias para su rescate.
En el informe, Olsen afirma que “los hallazgos permitieron identificar sitios en donde aborígenes y colonizadores convivieron juntos”, y concluye que “los resultados de las prospecciones arqueológicas plantean la necesidad de que antes de reiniciar la explotación de la mina es necesario realizar trabajos de arqueología más exhaustivos que contemplen excavaciones en cada una de las áreas que corran riesgo de ser afectadas con levantamientos”.
Sin embargo, de acuerdo con Rodríguez Acosta, Olsen no sólo obvió señalar en el informe que las cuevas debían ser preservadas intactas, por ser un patrimonio irrecuperable, inalienable y no reproducible, sino que además otorgó una certificación a la empresa minera para que proceda con las excavaciones, sin la autorización de la dirección del Museo del Hombre Dominicano ni del Ministerio de Cultura.
“Nunca daríamos permiso para destruir el patrimonio público…Este empleado (Olsen) lo hizo usando el papel timbrado de la institución y del Ministerio de Cultura. Yo lo reporté a mis superiores y le informé a la Barrick de que ellos no tienen la certificación para tocar el patrimonio de la nación, pero ellos no se han dignado a responder”, alega Rodríguez Acosta.
En el informe, Olsen sostiene que de los diez sitios con materiales arqueológicos, sólo dos podrían ser afectados por las explosiones de la minera. Sin embargo, Rodríguez Acosta asegura que tiene información de que la Barrick Gold pretende destruir todo el patrimonio cultural que se encuentra en la zona de minería.
De su lado, la sub secretaria de Patrimonio Cultural, Lourdes Camilo, dice que solicitó a la Barrick Gold los informes del impacto arqueológico de la mina en la zona de Pueblo Viejo, a fin de evaluarlos y canalizar la preservación del patrimonio.
“Tengo entendido que el plan general no involucraba la destrucción inmediata”, sostiene la funcionaria.
Las cuevas. De los 10 sitios arqueológicos, con elementos indígenas, nueve están dentro del área de explotación de la mina y uno está en las inmediaciones. Uno de ellos fue reportado por Emile Boyrie de Moya en 1960, otro por Dato Pagán Perdomo en 1979 y un tercero por Abelardo Jiménez Lambertus.
El sitio conocido como Club Taíno está en la mina de Pueblo Viejo. En toda el área hay fragmentos cerámicos y parece ser un área de cultivo de los aborígenes. El Museo del Hombre cree que no se trata de un asentamiento humano.
En la Cueva de Los Cacaos, ubicada en Hatillo, fue reportada por el Museo del Hombre en 1984, con un estudio de Abelardo Rodríguez Lambertus. Esta cueva tiene un grupo de petroglifos en la entrada y pictografías en sus concavidades laterales. “Es arte rupestre que nos indica un posible uso ceremonial”, dice el documento del Museo del Hombre. Esta cueva presenta algunos daños, realizado por personas que han escrito en sus paredes, “encima o al lado de los petroglifos y pictografías realizados por los aborígenes”.
En la Cueva Loma de La Mina, ubicada en Sabana Verde, también hay petroglifos, llegando a alcanzar unos 33 en un conteo preliminar que se realizó. Es una de las cuevas mejor conservadas. “No se registró evidencia de saqueo o maltrato al sitio”, según la descripción.
Otro de los lugares defendidos por el Museo del Hombre es denominado Cuevas de Loma Piedra Imán de Los Cacaos. La cueva A tiene 25 petroglifos, la mayoría de ellos con forma antropomorfa. La cueva C tiene una sala con otras 25 pictografías con diferentes motivos, donde sobresalen figuras como el ritual de la Cohoba, máscaras, aves grandes y pequeñas, perros, así como algunas figuras abstractas. “La cueva parece haber sido un lugar ceremonial”, dice el documento.
Según Barrick Gold, hasta la fecha el proyecto Puerto Viejo ha realizado varias campañas de prospección arqueológica, con el objeto de determinar la presencia o no de posibles sitios arqueológicos dentro del área de influencia directa e indirecta de la nueva infraestructura minera.
Así lo aseguró en respuesta a la acusación de la Dirección del Museo del Hombre Dominicano. La edición 212 del semanario CLAVE, que circuló el pasado miércoles, publicó un reportaje de la periodista Yajaira Figari, en el que el director del Museo del Hombre Dominicano, Juan Rodríguez Acosta, denuncia que la Barrick Gold que sitios arqueológicos de gran valor están dentro del área de trabajo de la minera, y que podrían desaparecer.
Ante esta denuncia, CLAVE buscó la opinión de la empresa, la cual remitió este documento, que llegó a la redacción cuando el periódico habia cerrado la edición de esta semana.
La compañia afirmó que cuida y protege los sitios culturales de la zona de Cotuí, y sus alrededores, donde el proyecto está ubicado.
Una litis. Una de las cuevas con arte rupestre destruidas por la minera, según el director del museo, se encontraba en interior de una propiedad supuestamente de José Miguel De Peña.
El área, que posee una extensión de 200 tareas y que se encuentra en el centro de operaciones de la mina, ha sido objeto de discusión en los tribunales.
En febrero de este año un juez de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Sánchez Ramírez falló a favor de De Peña y condenó a la Barrick Gold Corporation a la devolución del terreno que, según el fallo, había sido ocupado por la empresa de forma ilegal. También ordenó permitir el acceso a De Peña y el pago de RD$500,000 diarios por cada día que incumpliera la orden.
Autor: Yajaira Figari
Fuente: Clave Digital
No hay comentarios.:
Publicar un comentario