Habla la mitología de los taínos en Ceiba

CEIBA, BORIKEN - En los terrenos de la antigua base naval Roosevelt Roads, un afloramiento de piedras a orillas del mar y frente a un plantío de mangles atestigua la riqueza de la mitología taína.

El sitio, al que solo se llega en yola, es conocido como “La Piedra del Indio”. Se erige en las aguas de la bahía Ensenada. De frente tiene a la isla municipio de Vieques. Atrás, cual guardián, está el Bosque Nacional El Yunque.

Las piedras tienen un mineral parecido al cuarzo que las hace brillar cuando el sol las golpea. Al acercarse el área, es imposible no notar los petroglifos taínos cuyo diseño, de acuerdo con el arqueólogo Federico Freytes, podría datar del período ostionoide, es decir, del año 800 después de Cristo.

“En este mural pétreo, el diseño alargado con cruces podría representar a los antepasados taínos, a quienes se les rendía culto como una práctica religiosa regular. Esta es un área que posiblemente fue escogida por los taínos para sus rituales por su geografía mítica. El sol pasa de este a oeste a lo largo de esta piedra”, dijo Freytes.

Señaló que detrás del mural hay un área conformada por un círculo de piedra, que bien pudo servir como plaza ceremonial. En el área, además, hay una piedra no tallada que asemeja la figura de una mujer embarazada, lo que sugiere que los rituales de fecundidad eran uno de los celebrados aquí.

Actualmente, la Alianza Pro Desarrollo Económico de Ceiba (Aprodec) impulsa que “La Piedra del Indio” sea incluida en la registro de monumentos nacionales. La designación le daría protección y evitaría que el área fuera vendida al sector privado, esto último cónsono con el plan gubernamental de revitalizar la antigua base naval.

Naida Dávila, presidenta de Aprodec, indicó que el grupo contactó a la Marina en Roosevelt Roads a fin de lograr la inclusión del área en el registro.

Según lo evidencia un correo electrónico entre Dávila y Thuane Fielding, administradora del cierre de la base -del que El Nuevo Día obtuvo copia- la Marina no tiene presupuesto para atender la petición del grupo. Sin embargo, la Marina contactó al Departamento de Interior que, según Thuane, está dispuesto a patrocinar que el sitio sea clasificado como un “area de conservación” del Departamento federal de Recursos Naturales.

Se espera que el “representante de recursos culturales” de la Marina atienda también el asunto.

“De lograrse ese acuerdo con las agencias, Aprodec podría conseguir fondos para hacer de este sitio uno al que todos puedan acceder”, expresó Dávila.

El arquitecto Manuel Martínez, vicepresidente del grupo, recordó que hace 10 años la Marina determinó que el sitio era elegible para ser incluido en el registro, hecho que prohibe su venta, según lo establece el “National Historic Preservation Act”. La propuesta de Aprodec es impulsar el “arqueoturismo” en el lugar.

Autor: Gerardo E. Alvarado León
Fuente: El Nuevo Dia