miércoles, 15 de agosto de 2012

Por qué pensar en salvar El Campito , bosque urbano de Cabo Rojo?


Despues de todo, tú, ni corres bicicleta, ni caminas, ni siquiera vives en Cabo Rojo; por qué ha de importarte? “Que breguen allá los que corren bicicleta, esos son los que están con eso, en vez de irse a otra parte…con tanto sitio pa’ correr y se empeñan con quedarse ahi! Esta gente! Por eso la isla está como está!” Es triste aceptarlo, pero no me cabe duda que eso es lo que piensan muchos y por eso se mantienen alejados de este asunto tan importante para Cabo Rojo y para Puerto Rico y su gente. Sin embargo, es ese desligamiento, tal vez, esa apatía, la que de veras tiene a la isla recibiendo los golpes que le abaten a diario. A pocos le importa, o se sienten totalmente ajenos a las causas que afectan el país y/ó esperan que alguien resuelva sin que ellos hayan movido un dedo.

“Qué calor, es insoportable!!!” “Chico, alli asaltaron a uno en pleno día.” “Pues, alli cayó redondito, porque tenía la presión por los quintos cielos y la diabetes se lo estaba comiendo, aunque algunos dicen que era que tenía las venas tapá’s, yo no sé!”,“El pueblo con un aguacerito se inundó y está el agua que llega hasta la calle Brau. Eso parece un mar; se salió la quebrada Mendoza y las casas en la urbanización La Concepción están de agua hasta la mitad. Eso es pérdida total.” “Ay, mi’jo, si ya casi ni se escucha el coquí. No, ya tampoco se ven tantos pichones como antes.” Creo que muchos de nosotros hemos escuchado al menos un comentario que se asemeja a alguno de éstos. Lo triste está en el espejismo de la inabilidad del pueblo, porque el pueblo sí tiene poder! Es fácil quejarse del calor, pero la pregunta es, cómo no han de defenderse los pulmones del pueblo? Es fácil quejarse de la criminalidad, pero se nos hace fácil restarle importancia a los deportes sanos que fomentan la buena salud, física y mental de sus habitantes. Hemos presenciado varias veces los estragos causados por la Quebrada Mendoza, pero no se levanta el pueblo a defender El Campito. No se escucha el canto del coquí por doquier como hace años atrás, pero estamos dispuestos a que se destroce y elimine el habitat de cientos , sino miles de animalitos que viven en El Campito. No se levanta el pueblo a protestar en defensa de los más de mil árboles que se perderán si se elige el cemento, en vez de la naturaleza.

Si se destruye para “progresar”, no se puede llamar progreso. El cemento no se respira, no te va a traer “fresco”, ni va a ayudar a preservar el cauce natural de la quebrada y es más, ni el complejo que quieren edificar, va a ser tan significativo comparado con lo que se arriesga.

De acuerdo a las cifras indicadas por el Licenciado Ricardo Delestre, portavoz del Movimiento Salvemos El Campito,  el 54% de la isla ha sido urbanizado.

La deforestación en la isla parece importarle a muy pocos, sin embargo es un tema que se discute vehementemente a nivel internacional. Por qué no ha de importarnos? Ahora son 8 cuerdas, la misma mitad de El Campito, y despues? Qué es lo próximo?

No podemos permitir que se destruya lo nuestro cada vez que aparezca una compañía extranjera (ni criolla!) que lo menos que le importa es el bienestar de nuestro pueblo. Esto es un interés puramenta económico y no precisamente para el Caborrojeño. Pero tambien no se detiene en Cabo Rojo, cada vez más escuchamos de los derrumbes; cae un aguacero y la carretera tal y tal quedó intransitable, los ríos ya no saben ni por dónde coger para llegar hasta el mar, porque estamos alterando tantas y tantas cosas obviando el respeto que se le debe a la Madre Naturaleza.

Sentir la brisa fresca, ver un bosque, escuchar el cantar de los pájaros, el sentirte bien despues de haber estado con buenos amigos ejercitándote, haber sembrado un árbol o una planta, el observar coloridas mariposas, siempre nos hace sentir bien y despues de todo, tiene mucho más valor que el peso que se pueda echar otro en su bolsillo.

Te exhorto a que te unas a la campaña para proteger El Campito, bosque urbano de Cabo Rojo, Puerto Rico (Borikén). Ya es hora de que reclames y protejas de pie lo que te corresponde. Lucha por tu pueblo, lucha por Puerto Rico. Únete a Salvemos El Campito, déja que tu voz se escuche. Llama a la alcaldía, habla con la alcaldesa, los asambleístas, el que sea, pero déjales saber que estás llamando para que sepan que quieres que se proteja El Campito. Los pulmones de Cabo Rojo no están a la venta!
Autor: Tai Pelli

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