Este
año en la session 11ava del Foro Permanente de Pueblos Indígenas de
las Naciones Unidas, el tema de discusión fue “La Doctrina del
Descubrimiento”. Una gama, vasta de áreas en las cuales aún siguen
repercutiendo los efectos de esta vil doctrina y entendamos cómo se
sigue utilizando hasta el presente y a nivel global.
En
Las Américas, experimentamos la llegada (invasión) de barcos de velas
hace más de 519 años, sin embargo ahora, la práctica continúa (nunca
cesó) y en vez de esos barcos de vela, nos encontramos con compañías
multi-nacionales que continúan ofreciendo la máscara de un progreso
económico para algunos y la desdicha y destrucción para las masas,
particularmente, la de los pueblos indígenas, sean éstos reconocidos
como tal o continúen siendo invisibles/extinctos, como la mejor excusa
para continuar apoderándose de sus tierras, conocimientos y recursos y
de los cuales depende la subsistencia de los indígenas.
Para
mi fue impresionante conocer los relatos de tantas personas a nivel
mundial que como el Taíno, ha tenido que lidiar y batallar con el mito
de la tal extincción. Aparenta haber sido un método efectivo, el cual
se ha utilizado por cientos de años, creando así una invisibilidad ante
los gobiernos, donde se excluyen los derehchos humanos de los pueblos
indígenas. Me parecía increíble escuchar estos relatos por personas de
otros continentes y partes del mundo: Asia, Transcaucasia, Centro y Sur
América, El Pacífico y África; como diríamos en Borikén, (Puerto Rico)
era como escuchar “un disco rallao’ ”.
Una
de las cosas más impactantes para mí, fue el escuchar que aún exista
problema para catalogar a un indígena como una persona. Sí! Así mismo!
Hay resistencia para considerarnos personas!
Winston
Churchill en uno de sus discursos dijo que “cuando no aprendemos de lo
que ha sucedido históricamente, se tiende a repetir!” A mí me parece
que aún estamos atrasados más de medio milenio, si aún se miran y
consideran a los indígenas como sub-humanos, salvajes, paganos, etc.. y
cuyas tierras y recursos, al ser éstos conceptuados de esta manera,
están a la disposición del que asi lo desee.
El
Taíno, el Charrúa, el Pipil, indígenas de Bangladesh, de Crimea, Los
Munda, entre tantas y tantas naciones indigenas continúan con esta
lucha intensa por rodar la Cortina de la Invisibilidad. Aún pueblos
como (y esto es solo un ejemplo), los Maasai de Kenya, los del Río
Xingú de Brazil, los Ñuña de México y los Kuna en Panamá, siguen siendo
atropellados por las injusticias de un sistema establecido que no
abarca ni proteje los derechos de la misma manera en que se hacen valer
los de los no-indígenas. Se habla de una igualdad de papel; pero no es
la realidad. Las compañías mineras, las hidroeléctricas, y
“desarrolladores” siguen invadiendo y adquiriendo tierras indígenas,
sin importarles un bledo a quien “se llevan de por medio”. Las cortes
dictan, pero ni eso importa. Ya conocemos como Belo Monte hizo caso
omiso a una orden de paro en Brazil.
Durante
una protesta pacífica en contra de estos atropellos (minería y
represas/hidroeléctricas), seis mujeres Ngobes fueron arrestadas y luego
violadas en las mismas patrullas oficiales y ese crimen ha quedado
impune.
El Pueblo Maasai
de Kenya, lucha por defender el bosque que los sostiene, sin embargo,
están enfrentando la amenaza de deforestación, para crear unos
desarrollos. Y qué de la sobrevivencia del Maasai? El mismo Maasai que
ayuda a la tribu Ogiek de Kenya!
Los cambios
climatológicos a los cuales tantos quieren cerrar los ojos, están
afectando ya a las personas, poniendo en peligro no solo a sus medios
de alimentación, sino a sus vidas propias y todo lo que es su modo de
vivir, tradiciones, costumbres y sus hogares.
Ah!
La gente vio el video de Al Gore, otros piensan en los Témpanos de
hielo de los polos como algo que solo afectó al Titanic, pero aunque
en una que otra ocasión hayan visto algo que demuestre cómo se están
derritiendo, pareciera que pensaran que los únicos que se van a ver
afectados son los osos polares y los pingüinos. Se olvidan que si se
están derritiendo, eso va incrementando el nivel del mar y que el
planeta tiene islas y costas por doquier.
La
hermosa y pequeña isla de Tuvalú, en el Pacífico, ya está siendo
afectada. Muchos de sus habitantes, han sentido la necesidad de mudarse
a Nueva Zelandia. Dejando atrás sus seres queridos en ocasiones y una
vida entera. Cada vez más, la isla se inunda. Los huertos no crecen
cuando se saturan de agua salada! Estas inundaciones no son
precisamente por lluvias, sino por mareas que van subiendo y
apoderándose del terreno. Se ha estimado (de acuerdo a los que dicen
saber mucho), que de aqui al 2050, Tuvalú estará totalmente sumergida.
La gente de Tuvalú, que prácticamente no ha dañado el ambiente con
gases tóxicos y que han tenido su autonomía, pueden perder su isla y su
todo, como consecuencia de las acciones de otros que siguen regando su
virus letal, que los hace pensar más en el lucro, que en la vida y el
mismo planeta en que viven.
En
todos los casos que aquí menciono, cuando se acude a las autoridades,
lo que se escucha es un: “Jódete!” Entre billete y gente indígena, se
escoge al billete.
Se ha
perdido la humanidad. A diario vemos mensajes hermosos en las redes
sociales, pero hay que ir más allá. El cambio comienza con nosotros
mismos, en nuestros propios hogares, en nuestras propias conciencias.
Lo
que sucede en nuestro planeta, por más divisiones, lenguajes y
colores, nos concierne a todos. Eventualmente, ésto tambien tocará las
puertas de tu hogar y como siempre digo: “La vida se basa en
elecciones!”; y, o te echas a morir en la miseria de la inacción, ó te
unes a defender la raza más importante, la humana.
Autor: Tai "AnaYuisa" Pelli
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