Culturalmente, el taíno no se extinguió. Vocablos que usamos a diario como hamaca, macana, güiro y maraca, al igual que nombres como Bayamón, Humacao y Utuado lo atestiguan.
Físicamente, sin embargo, la historia que nos enseñaron dice que los indios taínos se extinguieron en Puerto Rico apenas unas décadas después de iniciada la colonización española. Pero basta con mirar a algunos compatriotas para dudar que eso haya pasado.
Fue durante el hallazgo de un yacimiento taíno en Vega Baja que el fotoperiodista de El Nuevo Día, Rubén Urrutia, tuvo contacto por segunda vez con un hombre que se hace llamar cacique Xueryx Guaynía, quien le explicó que es líder de un grupo de descendientes de taínos cuya misión es guardar, respetar y defender a Borikén.
De ahí surge el documental “El Taíno Vive”, que se puede ver en la página http://especiales.elnuevodia.com/tainovive/tainovive.
“Siento una gran responsabilidad espiritual de informar a la gente que el indígena no desapareció: evolucionó. De la mezcla de tres razas salió una: la boricua”, dijo Urrutia. “Los fenotipos están, las leyendas están, la magia está. Y quiero que con este documental la gente tome conciencia de la ignorancia a la que nos han sometido”.
El Taíno Vive es el resultado de ocho meses de documentación videográfica en la que Urrutia se adentra en grupos y comunidades que viven en armonía con la tierra, danzan en areytos y celebran su herencia taína. Tras el recorrido, Urrutia finalmente comprendió los pronunciados rasgos indígenas de su abuela y los rituales, baños, uso de plantas y espiritualidad que vio desde niño en ella.
Para enlazar esta historia Urrutia entrevistó a historiadores, antropólogos y arqueólogos, entre otros científicos y estudiosos. En Mayagüez, se informa con el Dr. Juan Carlos Martínez sobre lo que es el ADN mitocondrial. Estudios realizados en Puerto Rico con el ADN mitocondrial revelan que un 61% de los puertorriqueños tiene ADN indígena.
Y en Maunabo fue donde Urrutia, a través de la doctora Carlalynne Meléndez, líder del movimiento Liga Guakia Taina-ke, supo que integra ese 61%.
En este trabajo colaboró Carlos J. Herrera, quien aportó diseño, animación y música al proyecto, aunque la mayor parte de los sonidos provinieron del artista Enrique Cárdenas. Raymond Pérez colaboró en algunas narraciones.
“El indígena no ha desaparecido, lo que desapareció fueron algunas de sus costumbres”, dijo Urrutia. “No es que volvamos a los taparrabos, pero sí a la esencia de vivir una vida en equilibrio con la naturaleza”, agregó.
Autor: Joel Ortiz Rivera
Fuente: / joel.ortiz@elnuevodia.com
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