lunes, 2 de febrero de 2009

Hatuey: Rebelde hasta la muerte


(Feb. 02) El dos de febrero de 1512 fue quemado en la hoguera el cacique taíno Hatuey sin que los colonialistas pudieran doblegarlo. Fue precisamente por el arribo de los españoles a la región que llegó a Cuba. Había escapado de su natal Quisqueya, nombrada por los conquistadores La Española, hoy República Dominicana. Contó a los aborígenes cubanos que los hombres que pretendían civilizar a su pueblo cometían actos de barbarie para someterlo y había preferido huir para que supieran de la crueldad mostrada por los españoles. El cacique y unos 400 de los suyos, incluyendo mujeres y niños, habían arribado a Cuba en canoas.

Según escribió el Padre Bartolomé de las Casas, que al llegar lo primero que hizo Hatuey fue mostrar una cesta de oro y abalorios de ese metal y después dijo: "este es el dios que los españoles adoran. Por esto ellos luchan y matan, por esto nos persiguen y es por eso que tenemos que lanzarlos al mar".

No todos los aborígenes creyeron lo que Hatuey les decía. Aun así con pocos hombres y rudimentario armamento, el cacique y sus seguidores mantuvieron en jaque a los colonizadores durante tres meses. Atacaban de sorpresa y después se retiraban a las lomas. Solo la traición pudo frenar el ímpetu de los defensores de la isla.

Aquel dos de febrero, una década después de la llegada de Cristóbal Colón al nuevo mundo en 1492, Diego Velázquez, fundador de Baracoa, rodeó con sus fuerzas y capturó al cacique Hatuey, quien fue atado con las manos a la espalda y conducido a la hoguera para ser quemado vivo.

Antes de que ocurriera aquel acto salvaje de los "civilizados españoles" se le acercó un sacerdote con una cruz para ofrecerle en nombre de Cristo la salvación de su alma si se arrepentía de los pecados cometidos. Le habló del cielo y del infierno.

El cacique preguntó que si también los colonizadores iban al cielo y el religioso le dijo que sí. Entonces Hatuey respondió que no quería ir al cielo para no encontrarse con los españoles allí. Dijo que prefería el infierno antes que estar con ellos en el paraíso.

Han transcurrido 497 años del día en que Hatuey fue quemado vivo, un acto de extrema crueldad que el cacique enfrentó con gran entereza, y demostrando una rebeldía ante los colonizadores que es ejemplo imborrable en la historia universal.

Photo: Monumento al cacique Hatuey en Baracoa, Cuba.

Autor: Lydia Esther Ochoa
Fuente: Radio Angulo


Aviso público: Los perspectivos, puntos de vista y opiniones en el artículo “Hatuey: Rebelde hasta la muerte” no reflejan necesariamente aquellas de La Confederacion Unida del Pueblo Taino (CUPT).

No hay comentarios.: